Modernismo

         El modernismo surge en España en la última década del siglo XIX y se caracteriza por la búsqueda de una nueva expresión artística acorde a los nuevos tiempo, un estilo libre, alejado del historicismo y que plasma los valores de la nueva burguesía. Tuvo en el cementerio de La Planilla una gran pujanza; se desarrolla especialmente en los años 1910-1920 y es patente hasta los años 30.

El estilo se centra en lo decorativo y presenta una doble influencia. Por un lado es evidente la presencia de rasgos procedentes del movimiento Sezessión vienés como el juego de volúmenes rotundos y angulosos, la sencillez y severidad. Por otro, las formas vegetales y florales son de inspiración italiana y catalana, enriquecidas con la línea curva característica del modernismo francés y belga. Esta vertiente más orgánica está estrechamente relacionada con el modernismo zaragozano a través del taller de escultura Buzzi-Gussoni, que realiza algunos de los sepulcros más interesantes y que reutilizó algunos proyectos de sepulturas zaragozanas con leves variciones.

En Calahorra son sepulturas de gran desarrollo decorativo con esculturas y relieves, especialmente de ángeles. Generalmente son seres asexuados de belleza serena, con ojos y boca entreabiertos y cabellos ondulados. Suelen vestir túnicas vaporosas y livianas, ceñidas en la cintura. También es muy característica la decoración vegetal y preferentemente floral, siempre muy plástica, naturalista y carnosa, que se desparrama por la sepultura en forma de frisos, ramos, centros y pomas.