Últimas décadas (1960-2000)

         Desde la segunda mitad del siglo XX predominan las líneas geométricas, la decoración es escasa y se valoran los materiales por su brillo, color y textura.

En los años 60 irrumpe el mármol en La Planilla de la mano de la empresa tudelana Unimármol, con un modelo de sepultura que continúa vigente en la actualidad y compuesto de una cama lisa y una cabecera con una simple cruz.

A partir de la década de los 70 se populariza la cabecera con cruz de mármol blanco, ya sea cubierta con sudario o decorada con un cáliz o una corona fúnebre, generalmente obra de las empresas calagurritanas Industrias Gutiérrez y Mosaicos Solana. Encontramos algunos ejemplos de esculturas exentas, generalmente de la Virgen del Carmen, realizadas de manera industrial aunque de cierta calidad. De manera excepcional aparecen esculturas de plañideras a la usanza clásica, de tamaño menor que el natural.

Desde los años 80-90 las novedades se centran en los factores cromáticos con la introducción de nuevos colores, la combinación de mármoles de colores, los juegos de texturas y acabados de un mismo material para crear diferentes tonalidades. También se introducen la línea curva y el vacío como valor escultórico. Vuelve a cobrar importancia la escultura figurativa con imágenes de bulto redondo de la Virgen del Carmen, ángeles, oferentes y relieves seriados de la Piedad, enriquecidos con el grabado sobre mármol, siempre de temática mariana.